-
Panamá recibe del Canal el mayor ingreso de su historia
-
El Real Madrid sobrevive en Talavera y avanza a octavos de la Copa
-
El hijo del cineasta Rob Reiner comparece por primera vez en la corte por parricidio
-
Los diputados alemanes aprueban una partida de 50.000 millones de euros de gasto militar
-
Dinamarca quiere prohibir el uso del burka y el niqab en escuelas y universidades
-
El Congreso de EEUU aprueba una ley de defensa que desafía la retórica de Trump para Europa
-
Copa abre nueva ruta hacia la ciudad venezolana de Maracaibo
-
EEUU despliega militares en el puerto ecuatoriano de Manta para la lucha antinarco
-
Hijo del cineasta Rob Reiner comparece por primera vez en la corte por parricidio
-
Warner Bros Discovery rechaza la oferta de Paramount y favorece a Netflix
-
Zelenski afirma que Rusia se prepara para un nuevo "año de guerra"
-
España pide a Francia la extradición de Josu Ternera, figura histórica de ETA
-
Venezuela asegura que la exportación de crudo continúa con "normalidad" tras el bloqueo de Trump
-
La policía española desaloja a cientos de migrantes que vivían en un antiguo liceo cerca de Barcelona
-
Trump da un discurso televisado para convencer a EEUU de que "lo mejor está por llegar"
-
España creará una red de refugios climáticos ante las olas de calor
-
El campeón del Mundial 2026 de fútbol ganará 50 millones de dólares
-
Venezuela asegura que exportación de crudo continúa con "normalidad" tras bloqueo de Trump
-
Sánchez considera un "error histórico" que la UE alargue la vida de los vehículos de combustión
-
Putin dice que Rusia logrará "sin ninguna duda" sus objetivos en Ucrania
-
La nobel de la paz María Corina Machado abandonó Oslo
-
Warner Bros Discovery rechaza la contraoferta de Paramount y favorece a Netflix
-
La OMS busca dar una base científica a la medicina tradicional
-
Italia y Francia enfrían la firma del acuerdo UE-Mercosur en Brasil
-
Los paramilitares de Sudán destruyen pruebas de atrocidades cometidas en El Fasher, según un informe
-
Investigadores en Canadá observan una rara adopción de un oso polar
-
Condenan al exgerente de la morgue de Harvard por vender restos humanos
-
La mayor plataforma de criptomonedas de Hong Kong sale a bolsa
-
La inflación en el Reino Unido se desacelera hasta el 3,2% en noviembre
-
El Parlamento Europeo aprueba prohibir las importaciones de gas ruso a finales de 2027
-
Exjefe policial neozelandés, condenado a detención domiciliar por pedofilia
-
La fabricante china de semiconductores MetaX se dispara un 755% en su debut bursátil
-
Inglaterra registra su decimocuarta huelga de médicos en menos de dos años
-
Autoridades piden acabar con la concesión de Enel Brasil tras un apagón masivo en Sao Paulo
-
Tras alcanzar la cima del tenis juntos, Alcaraz y Ferrero separan caminos
-
La inflación en la zona euro se mantuvo estable en noviembre, en el 2,1%, según una nueva estimación
-
La economía argentina crece un 3,3% interanual en el tercer trimestre
-
La OMS, alarmada por la detención forzosa de personal sanitario y civiles en Sudán
-
Trump tiene "la personalidad de un alcohólico", según su jefa de gabinete
-
Diogo Jota, Foreman y el Bigotón Azkargorta, tres leyendas que enlutaron el deporte en 2025
-
Lo más destacado del deporte femenino en 2025
-
El ex número 3 del Partido Socialista español, investigado por corrupción, denuncia una persecución "propia de la Inquisición"
-
Reino Unido volverá a incorporarse en 2027 al programa europeo de intercambios universitarios Erasmus
-
El director de Netflix promete seguir distribuyendo las películas de Warner Bros en cines en caso de adquisición
-
El museo del Louvre reabre parcialmente pese a la prolongación de la huelga
-
Trump impone la prohibición de viaje a siete países más y a los palestinos
-
EEUU amenaza con represalias si la UE no modifica su regulación de las tecnológicas
-
Ningún sobreviviente entre los restos de la avioneta accidentada en el centro de México
-
Los ataques de EEUU en el Caribe "suscitan preguntas", pero no iniciativas diplomáticas, afirma el jefe de la OEA
-
El metro de Roma desvela sus tesoros arqueológicos bajo el Coliseo
Las violaciones durante el genocidio de Ruanda, un trauma que perdura
Cada mes de abril, coincidiendo con las conmemoraciones del genocidio de 1994, Agatha, una ruandesa de etnia tutsi, apagaba la radio, se metía en la cama y se quedaba allí, tan inmersa en sus pensamientos que una vez su hija Agnes, de diez años, le preguntó si era una de las víctimas.
Fue la abuela de Agnes quién respondió a la pregunta. Y la respuesta la dejó helada. "Grité e inmediatamente empecé a tener miedo de mi madre, porque sentía que yo era una herida en su alma", recuerda Agnes, que ahora tiene 28 años.
De niña, se enteró de que su madre y su abuela formaban parte de las al menos 250.000 mujeres y niñas que, según datos de la ONU, fueron violadas por extremistas hutus durante el genocidio contra la minoría tutsi.
Debido al estigma asociado a la violación genocida, los nombres de ambas mujeres se han cambiado, a petición suya.
Agatha fue violada y secuestrada por un excompañero de clase hutu durante los 100 días que duró la masacre, que dejó 800.000 muertos, mayoritariamente tutsis, pero también hutus moderados.
Solo tenía 17 años cuando dio a luz, en Tanzania, adonde su violador la obligó a huir con él por temor a las represalias de la milicia rebelde tutsi que tomó el poder en julio de 1994, el Frente Patriótico Ruandés.
El agresor murió poco después.
Los familiares de Agatha la instaron a matar al bebé, pero ella se negó. Y, sin embargo, cada vez que miraba a Agnes lo hacía con dolor, por el futuro al que tuvo que renunciar.
Agatha soñaba con ser veterinaria para poder encargarse del gran rebaño de vacas de su familia.
- Discriminación -
Durante su infancia, la discriminación era el pan de cada día, incluso en la escuela, donde sus profesores hutus no ocultaban su desdén hacia los estudiantes tutsis.
Pero ella nunca se hubiera podido imaginar que un día vería a su padre siendo asesinado ante sus ojos y sus restos arrojados en una letrina por un vecino suyo, hutu.
En 1996, cuando volvió a Ruanda desde Tanzania, todo había cambiado. Las vacas se habían ido, el dinero era escaso y Agatha era "una niña que tenía una niña", como ella misma dice.
"Dios la crio, yo no. Yo no tenía las capacidades", explica Agatha, de 45 años, a la AFP.
A Agnes, su familia le dio de lado por ambas partes: sus parientes por parte de padre, hutus, la llamaban "serpiente" (una retórica estatal que atizó las masacres) y sus familiares por parte de madre la acusaban de perpetuar el linaje de los autores del genocidio.
A los 16 años, se fue de casa y trabajó como mesera y trabajadora sexual.
No regresó a su aldea natal, en el distrito de Ngoma, en el este, hasta 2018, cuando su primer esposo las abandonó a ella y a su hija al descubrir que Agnes era "fruto de una violación".
Se volvió a casar y tuvo otro hijo. En los cinco años siguientes, madre e hija llevaron una convivencia difícil, sin hablar sobre su pasado.
- Un largo camino por delante -
Los nacidos de una violación, que la oenegé Survivors Fund cifra en 20.000, no son reconocidos como víctimas de genocidio por el gobierno.
En 2020, la asociación Interpeace, radicada en Ginebra, empezó a organizar unos talleres para tratar el trauma generacional en Ruanda, un proyecto llamado "Mvura Nkuvure" ("Cúrame, yo te curo", en idioma kinyarwanda).
El año pasado, Agatha aceptó participar en uno. Durante tres meses, apenas habló, pero, al escuchar los relatos de los otros asistentes, se dio cuenta de que ella no era la única que vivía con una historia que estaba desesperada por olvidar.
Al poco, su hija empezó a asistir a sesiones con otro grupo. Desde el primer día, tomó la palabra, y durante las siguientes sesiones habló, habló y habló. "Me sentí aliviada (...) porque dije cosas que siempre me había asustado decir", relata.
La vergüenza que había arrastrado durante años empezó a disiparse, así como el enfado que sentía hacia su madre. "Me di cuenta de que todo lo que ella no me dio tampoco lo tuvo para sí", explica.
Clenie, el moderador que supervisó los talleres, dijo a la AFP que el proceso estaba destinado a ayudar a los participantes a "encontrar un terreno de entendimiento".
"Ruanda todavía tiene un largo camino por delante para curarse, pero hemos hecho algunos avances", apuntó.
Casi 30 años después del genocidio, Agatha afirma sentirse más fuerte de lo que se había sentido en años.
"Hay imágenes que no puedes borrar, no importa cuán fuerte lo intentes. Pero soy lo suficientemente valiente como para sobrellevar los malos recuerdos cuando aparecen".
T.Resende--PC